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¿Quiénes somos?
Somos un grupo de profesores y familias, en colaboración con diversas instituciones, que queremos ofrecer al alumnado adolescente la educación que necesita. Con amplia experiencia en la inclusión de la diversidad socioeconómica y de capacidades, nos hemos centrado en el alumnado de altas capacidades.
Si sois una familia en búsqueda de un centro educativo de Secundaria adecuado para vuestra hija o hijo, seguro que os atrae nuestro proyecto. Hemos basado toda nuestra reflexión en dos miradas: quién es el alumnado adolescente de hoy en día, qué líneas pedagógicas hemos comprobado que funcionan y están científicamente probadas. Estamos en búsqueda de espacio educativo para instaurarlo como centro o como programa escolar.
Si sois una entidad educativa, o personas interesadas en promover una educación humanista, inclusiva y trascendente, estamos deseando entablar un diálogo. El nuestro siempre ha sido un proyecto plural y abierto.
Líneas de trabajo
Horizonte
Centro de Secundaria en Madrid acogedor de las altas capacidades.
Semilla
Una mirada trascendente de la educación.
Frontera
La inclusión de diversas capacidades.
Muchas propuestas educativas, bienintencionadas y en cierto modo rigurosas, fallan al no tener una visión sistémica y global. Esa visión sistémica, que beneficia a todo el alumnado, y de forma especial al de altas capacidades, nos ha llevado a asumir la necesidad de ofrecer un aprendizaje:
- Personalizado y completo. La flexibilidad en el ritmo, en la profundidad de la indagación, en los medios de investigación y de presentación de los aprendizajes, es la clave sistémica para la personalización. Jerome Bruner pide un enfoque curricular que consiga «dar cuenta de los principales Problemas del mundo», un aprendizaje completo y útil para nuestro tiempo.
- Integral. El asombroso desarrollo que se da en la adolescencia nos obliga a atender todas las dimensiones de la persona. Es el tiempo del pensamiento abstracto, y la escuela es un lugar de aprendizaje intelectual. Es el tiempo de la vinculación, afectiva y desde los valores, con iguales, con la sociedad, con la política. Es el tiempo de las grandes preguntas, del trabajo de la dimensión espiritual.
- Compartido. Una propuesta personalizada corre el riesgo de caer en el individualismo. Y una propuesta conjunta clara puede llegar a olvidar la personalización. Sabemos y queremos acompañar a cada estudiante desde su individualidad y desde su apertura al mundo, animando siempre a la opción por el compromiso con el bien común.
Opiniones
«El sistema educativo que yo he experimentado y del que sigo formando parte (del que, a ojos de muchas personas, además, estoy saliendo “victoriosa” porque lo dicen los números) le ha hecho más daño a mi subjetividad, a mi humanidad y a mi pasión por aprender que prácticamente cualquier otra experiencia de las que he vivido. Es por esto que creo que proyectos como este son imprescindibles, pues necesitamos urgentemente, y más en tiempos convulsos, ligar el aprendizaje a la sensibilidad, a la empatía, a la introspección y a la vida con las otras personas.»
«La educación del presente y del futuro será inclusiva o ya no será educación. Para que la educación sea de verdad inclusiva no basta con compartir los espacios y tiempos, es imprescindible que el currículo sea inclusivo y puedan recorrerlo los distintos perfiles, ritmos y capacidades de los estudiantes. El proyecto Epimeteo no existiría sin la pasión por la inclusión del equipo de Domenchina y su compromiso con la educación de colectivos desfavorecidos en los centros escolares. Gracias a Domenchina, he podido perfilar mejor un proyecto curricular que busca el pleno desarrollo de las personas en todas sus dimensiones, formar a los estudiantes para que todos sus talentos se puedan poner al servicio de una sociedad compleja y llena de desafíos y que los acompaña personalmente en el despliegue de sus capacidades, la superación de las barreras y la aceptación de los propios límites. Necesitamos proyectos educativos inclusivos como el de Domenchina Educación para que la educación que necesita nuestro presente y nos llama desde el futuro sea ya una realidad.»
«Cuando he participado en proyectos del profesorado de Domenchina educación me ha gustado cómo he visto a sus alumnas y alumnos. Les interesaba no sólo mi carrera profesional de creador de videojuegos, sino también las cuestiones culturales que estaban trabajando, por ejemplo la estética actual de las artes y su conexión con el Romanticismo. Como profesor de universidad suelo echar en falta que el alumnado llegue a nuestras manos con más conciencia acerca de las exigencias del mundo profesional y del entorno cultural en que vivimos. Creo que estos modelos educativos hacen bien en apostar por ello.»
